La ruta trazada en está novela, seguramente es producto del  gusto de Cortázar por caminar a la orilla del Río Sena, por la contemplación infinita a la Catedral de Notre Dame o disfrutar la intimidad de las cafeterías parisinas.

Lo que es cierto, es la majestuosidad de los lugares que fungieron como escenario para este tórrido romance. Te invitamos a conocer cuales son esos lugares que debes conocer antes o después de leer Rayuela.

“¿Encontraría a La Maga? Tantas veces me había bastado asomarme, viniendo por la Rue de Seine, al arco que da al Quai de Conti, y apenas la luz ceniza y olivo que flota sobre el río me dejaba distinguir las formas ya su silueta delgada se inscribía en el Pont des Arts…”

Rue de Seine

Perteneciente al sexto distrito de París, encontramos está calle muy cerca del museo de Louvre y es clásica por sus galerías y monumentos históricos.

Quai de Conti

Dentro del barrio de la moneda, encontramos éste famoso muelle ubicado a las orillas del Río Sena, el cual le debe su nombre a un viejo hotel, debido a que la entrada principal colindaba con el muelle. Ha pasado por tres cambios de nombre a lo largo de la historia, pero Quai de Conti, fue el nombre que sobrevivió.

Pont des Arts

Además de haber sido el escenario para una borrachera de Horacio, Pont des Arts, fue el primer puente metálico de París. Ubicado en el cuarto distrito de la capital francesa, se caracteriza por la infinidad de candados enamorados, que han sido colocados en sus barandales y se convirtió en patrimonio de la humanidad en 1999.

“Ella sufre en alguna parte. Siempre ha sufrido. Es muy alegre, adora el amarillo, su pájaro es el mirlo, su hora la noche, su puente el Pont des Arts”

Restaurante «Au chien qui fume»

“Al llegar al Chien qui fume se tomaron dos vinos blancos, discutiendo los sueños y la pintura como posibles recursos contra la OTAN —y otros incordios del momento.”

Se encuentra en el distrito uno y es un restaurante clásico francés, por su historia y elegancia y su sofisticada oferta culinaria.

Notre Dame

La catedral de estilo gótico y dedicada a la Virgen María, en la isla de la Cité, es el sitio preferido de Cortázar para los encuentros entre la Maga y Horacio. Tras casi 300 años de su construcción, fue lugar de inspiración para Nuestra Señora de París de Víctor Hugo

Rue Valette

Una calle ubicada en el quinto distrito de la ciudad de París, en el barrio de Sorbonne, de vida estudiantil y repletos de institutos, le debe su nombre Jurisconsult Auguste Valette, un maestro de la facultad de derecho. Está calle resulta clave para la culminación del amor entre la Maga y Horacio, así como entre Horacio y una prostituta.

Pont Neuf

Es el puente que atraviesa todo el Río Sena y fue construido a finales del S. XVll y principios del S. XVlll a ordenes de Enrique lll y resulta la ultima parada de Horacio y la Maga.

Rue du Sommerard

Ubicada en el quinto distrito de París, en el barrio de la Sorbona, es la calle donde vivía nuestro protagonista Horacio. Es emblemática por tener en su vereda un hotel que data de la edad media.

Mouton-Duvernet

“Y otra vez yo salía del metro Mouton-Duvernet, y vos estabas sentada en la terraza de un café con un negro y un filipino.”

Inaugurada en 1909, se encuentra al sur de parís, está estación de metro es una parada continua entre La Maga y Horacio. Perteneciente a la línea 4 del metro, es catalogada como monumento histórico.

Museo de Louvre

Un museo emblemático tanto de Europa como de Francia, posee entre sus colecciones, a la Mona Lisa de Da Vinci, exposiciones de pintura expresionista,  como una sala dedicada a la cultura egipcia y justo está sala es una de las que Horacio disfrutaba visitar, así como el propio Cortázar.

Cementerio de Montparnasse.

Conocido en un principio como Le Cimetière du Sud, es la ultima parada de Horacio, donde se desprenderá de sí de un secreto que solo Cortázar supo. Este cementerio de 16 hectáreas, es importante debido a la clase de personajes que resguarda, pues en el están enterrados escritores como Charles Baudeleire, justamente Julio Cortázar, Jean Paul Sartre y Simone de Beauvoir; Marguerite Duras o al famoso ex presidente mexicano Porfirio Díaz.